viernes, 4 de octubre de 2013

Vuelve, quédate conmigo.

Tumbado en mi cama con la mirada perdida en el techo mientras toco el otro lado frío de la cama con una pizca de tristeza y otro poco de añoranza. Intento levantarme aunque todo lo que desearía es refugiarme entre las sábanas cálidas esperando un beso de buenos días en vez del horrible zumbido del despertador.

Lo dijiste de una manera simple, a las cuatro de la mañana del segundo día. ''Que raro es que no te conozca en absoluto, pero te quiero.''

Nos encontremos con un largo adiós mientras cruzábamos miradas. Ojos verdes contra ojos azules. Que mala combinación. Un último beso y tomabas tu vuelo. Tu intentabas perder el tiempo de una forma bastante disimulaba. Yo sabía que no quería coger ese bien y que preferías quedarte conmigo.

Justo cuando pisaste las escaleras de aquel vuelo estaba a punto de romperme por dentro. Me dije a mi mismo que no pensara en eso. Pero mi mente empezaba a reproducir cada momento más rápido que el avión en el que estabas. El avión despegó y tu hiciste tu último adiós lanzando un pequeño beso a través de la ventana del avión. Yo me quedé quieto en el sitio pensando que esto no podía estar pasando. Aquí es cuando el sentimiento se hunde. No quiero echarte de menos de esta manera. Vuelve, quédate conmigo.

Supongo que estarás en Nueva York ya mientras yo intento no echarte de menos de esta forma. ''Vuelve, quédate conmigo.'' es el eco que se repite por cada parte de mi cuerpo.

Durante estos días comenzó el frágil inicio, ese momento en el que puedes saber todo acerca de tus sentimientos porque has perdido a una persona que querías mientras que a la misma vez no sabes nada en absoluto. Pero ya no puedo parar esto. Ya te has marchado, si hubiera sabido esto antes habría cambiado mi forma de actuar y haber sido algo menos indiferente contigo. Porque te merecías lo mejor y no lo has tenido.

Las calles llenas de taxis en movimiento. Ninguno de ellos te puede traerte de nuevo aquí conmigo. Hubiera deseado que me hubieras llevado contigo. Y aquí es cuando el sentimiento se hunde pensando en tus ojos azules como el cielo y una pequeña sonrisa que iluminaría una ciudad entera. No quiero echarte de menos de esta manera. Vuelve, quédate conmigo por favor.

Supongo que hoy estarás ya en Londres. No quiero echarte de menos de esta forma, tu eres la chica de ojos azules con la que me enamoré y yo el capullo de ojos verdes que te dejó ir. Lo único que desearía es que volvieras y te quedaras conmigo.

Lo tuyo fue enamorarme de la forma más genial. Caer desprendido sobre ti sabiendo que nos separa un mundo de distancia.

Mi sentimiento se hunde al saber que no estás conmigo, mientras yo deseo que vuelvas y estés conmigo. No es justo que algo a lo quise tanto como a ti esté tan lejos. No quiero echarte de menos de esta forma. Quiero que vuelvas y te quedes conmigo.

Pronto llegará el día en que te encuentres a otro hombre de ojos verdes pero con una mirada distinta a la mía. Porque yo te quise desde el primer día y lo único que desearé toda mi vida es que vuelvas y te quedases conmigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario